Cuidado del agua: entre el consumo y la conservación
¿Sabías que el agua es la sustancia más abundante en nuestro planeta? Entonces, si se trata de un recurso renovable, ¿por qué está escaseando? Simple: sólo el 1% de ella es apta y está disponible para el consumo humano. (FUNCAGUA, s.f.). Por ello, es tan importante garantizar un minucioso cuidado del agua.
¿Un recurso natural que deja de ser renovable?
Para darnos una idea, deben pasar nueve años para que el agua atmosférica recupere su condición natural una vez cesa la fuente de contaminación. Mientras que, para los glaciares, la tasa de renovación es de 15 000 años (Gobierno de Mendoza, 2016).
La contaminación, la deforestación y el uso irracional del recurso hídrico están agotando los reservorios naturales. Esto trae graves consecuencias sobre los ecosistemas, poniendo en juego nuestra propia supervivencia (BBVA, s.f.; GreenFacts, s.f.).
Al mismo tiempo, la calidad de vida, así como las posibilidades de desarrollo de un país, están determinadas por el acceso al agua. Por ello, del cuidado del agua depende la consecución de todos los Objetivos del Milenio y de Desarrollo Sostenible (El Ágora, 2021).
De modo que, no sólo se requieren medidas de conservación a escala global y local, sino también a nivel individual. ¿Cómo? Transformando radicalmente nuestra percepción de este patrimonio natural, más allá del simple “recurso” o “servicio público” (Todd, 2011).
Buenas prácticas para el cuidado del agua en el hogar
Básicamente, las medidas se agrupan en: aquellas que se enfocan en un consumo consciente, en función de la huella hídrica de los bienes y servicios. Y, seguidamente, las destinadas a reducir el gasto diario y la contaminación (Greenpeace, 2016; Todd, 2011).
- Investiga la huella hídrica de lo que consumes. Existe mucha información en la red al respecto, e incluso calculadoras para estimar tu propia huella.
- Los productos procesados poseen una huella mucho mayor, al igual que aquellos provenientes de la ganadería y la minería.
- Prefiere lo natural, artesanal, local y de temporada.
- Utiliza cosmética y productos de limpieza biodegradables.
- Evita el uso de plásticos, ya que sus micropartículas son liberadas al agua. Usa filtros alternativos para la lavadora.
- No compres agua embotellada, ya que su fabricación consume cinco veces más líquido.
- Recolecta el aceite de cocina usado para elaborar jabones o velas, o llévalo a un punto de recogida.
- En viviendas por construir o remodelar, se pueden instalar sistemas de captación y tratamiento de aguas grises.
- Como ciudadano, vela por el correcto tratamiento de las aguas servidas.
- Cierra la llave del agua mientras te enjabonas, te cepillas o friegas los platos.
- Recoge el agua fría de la regadera antes de que salga la caliente.
- Dale mantenimiento periódico a la grifería.
- No uses la lavadora con medias cargas.
- Una botella plástica rellena con arena reduce el volumen de agua dentro del tanque del inodoro.
- No laves los pisos y autos con manguera: usa un balde, escoba o trapo.
- Al regar las plantas de maceta, no dejes que el agua escurra por debajo. Así, evitas que arrastre con ella los nutrientes del suelo.
Cuidado del agua: Conclusión
Como puedes ver, cuidar el medio ambiente y conservar el líquido elemento, conlleva realizar algunos cambios en nuestro estilo de vida. Pero esto, sin duda, ¡vale la pena! Ten en cuenta que, este recurso, es clave para mejorar la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Recuerda: el cuidado del agua está en tus manos.
Referencias bibliográficas
- BBVA. (s.f.). ¿Cuál es el ciclo del agua y cómo se ve afectado por el cambio climático?
- Benéitez, B. (2022). Estos son los productos que más agua consumen en su fabricación. La Vanguardia.
- Bingham, L. (2021). La huella hídrica de los alimentos.
- Castillo, G. (2022). La huella hídrica: el agua oculta tras la fabricación de productos de uso diario. Up Date México.